Trecedejulio: noche en que agarré un pseudónimo y me puse a escribir, después de 120 meses de silencio creativo. Víspera de un beso entre el estoy harta de la vida a medias y el no sé cómo manejar mis pulsiones. Mediodía y tránsito de apellidarme Hooker-en-duelo a Locadelamaceta, yeah. Mañana de un video donde te preguntaba qué estabas haciendo este mismo día, en 2006. Tardecita de tomarme el pulso, de auscultar dónde me duele y para qué. Ocaso de, francamente, luego uso unas palabras muy peinadas de raya de lado para disimular mi aullido. Madrugada de un abrazo que ha revolucionado todas mis tintas.
Es una palabra que inventé para celebrar cuando abrí mi blog, y me di a luz a mi misma a través del brete de penumbras y fantasmas que destapé, a la par de conocer a personas especialísimas con quienes coincidir con este espacio como pretexto, nomás. Fue hace nueve años.
Gracias, gracias, gracias por el privilegio de ser leída. Ya que hemos roto el turrón a través de los posts y los comentarios, puedo decirles eso que tengo mucho tiempo sintiendo por ustedes, desde la gratitud: los amo.
15 julio, 2015 en 11:52
Muchas felicidades!! Ha sido un gran placer acompañarte en este recorrido. Que sean muchos años más de compartir y coincidir. Un abrazo grande.
22 julio, 2015 en 19:53
Querido Carlos,
Este proyecto es personal, no porque sea mío sino por el encuentro entre corazones y presentes. Gracias por todos estos años de apoyar, leer y coincidir. ¡Un abrazo para ti!
15 julio, 2015 en 20:30
Felicidades.
22 julio, 2015 en 19:51
¡Gracias!
25 julio, 2015 en 20:40
Michelle haber encontrado tu blog y tras de el a la maravillosa persona, mentora y mujer que eres ha sido una enorme bendición para un servidor.
Nueve años que anteceden lo mejor de tí que está por venir y espero presenciar.
Un fuerte abrazo y mi admiración hoy y siempre.