Voy a verte.
Verte y rodearte con el abrazo que ya te estoy dando con el calendario en la mano.
Verte y que mis ojos recuerden su propósito.
Oírte y que mis oídos impriman tus sinalefas
Pero más: verte.
Olerte y que mi nariz recorra los mapas ciertos
Sobre todo, verte.
Probarte y qué gusto del gusto.
Las lágrimas diluyendo la barra espaciadora de las frases.
Verte y sonreír, ¿sabes cómo?
Viajaré a donde siempre, donde casa.
Veintiocho días para volver a ti.